¿CUÁNTOS GÉNEROS DE POESÍA EXISTEN?

La respuesta a cuántos géneros de poesía existen en el mundo es variable, a la par de que puede ser una respuesta imposible de dar. Primero, depende de lo que se entienda por «género»: ¿las formas y las estructuras? ¿los temas que trata la poesía? ¿los soportes en los que se difunde la poesía? En cada época y en cada territorio existe una noción de poesía que podría distar de otros conceptos, y todo el tiempo se multiplican las tendencias, los movimientos, las escuelas, que hacen que tener una noción única de ella sea virtualmente imposible. La poesía cambia. Nunca es la misma. Octavio Paz lo refiere en El arco y la lira: ¿por qué llamamos con el mismo nombre un himno veda y un poema de Paul Éluard?

Entonces, la única constante es esa idea de que no hay una poesía; por lo tanto sus géneros son también variables y mutables. Dudo seriamente que se tenga un registro de cuántos tipos y géneros de poesía existen en el mundo, y ya no digamos a lo largo de la historia, sino en el tiempo histórico actual. Intentemos dar un vistazo panorámico a tan problemática cuestión.

Se cree que en el principio del lenguaje humano la danza y el canto estuvieron ahí como herramientas indispensables de la comunicación. He llegado a escuchar quien afirma que primero fue el canto, y después el diálogo, la palabra referencial. Hasta este momento no hay forma de saberlo: de los 120000 años seguros de existencia del Homo Sapiens, la lengua más antigua que se ha logrado reconstruir es el proto-indoeuropeo, un idioma hablado aproximadamente hace unos 7,000 años, por lo que rastrear el origen del idioma humano parece tarea imposible; se pierde en la noche del tiempo.

Lo que sí se conoce con certeza es que no ha habido ninguna cultura que no posea alguna forma de poesía, incluso si entre esa cultura no existe un soporte para la escritura. Es el género universal por excelencia, y también el más antiguo. El inicio de la escritura está ligado al inicio de la poesía.

Interpretación moderna de una antiguísima canción egipcia

Pero antes de pasar a la poesía escrita, hay que contar la poesía oral. En las culturas más antiguas el canto poseía valor sacro, ritual, espiritual y mágico. Con cantos se adoraba a las deidades, se curaba a la gente, se hacía crecer los cultivos, se obraban milagros, y también se reverenciaba a los hechos de la cotidianidad y la naturaleza: la pesca, la entrada de la primavera, la vitalidad del agua, el vuelo de los pájaros.

No había inexistencia ni existencia, entonces.
No existía ni la atmósfera ni el cielo que está más allá.
¿Qué estaba oculto? ¿Dónde? ¿Protegido por quién?
¿Había agua allí insondablemente profunda?

No había muerte ni inmortalidad entonces.
Ningún signo distinguía la noche y el día.
Uno solo respiraba sin aliento por su propio poder.
Más allá de eso nada existía.

Fragmento del himno 129 de Rig Veda, ejemplo de poesía sacra

Las culturas aborígenes de la modernidad conservan esta función sacra y mágica de la poesía. Un curandero tribal atesora sus cantos y no es extraño que los considere únicos. Un investigador que estuvo durante años cerca de una de una tribu norteamericana, en una ocasión, escondido, logró escuchar los cantos que un curandero guardaba celosamente. Cuando éste se enteró que alguien los había escuchado, cedió su título como sabio chamán y abandonó la aldea, pues había perdido aquello que le daba valor cultural.

Tan rápido recorren mis ojos
la pradera
que incluso en invierno alcanzan
la primavera.

Un poema chippewa, ejemplo de poesía tribal

Los cantos son de los primeros registros que una cultura transfiere a la palabra escrita, una vez que ha desarrollado un sistema de escritura. Sin embargo, aún así existe, por tiempos larguísimos, la transmisión de generación en generación de la poesía verbal a través solo de la memoria. Es más fácil recordar segmentos de información grandes cuando se recurre a refuerzos mnemotécnicos. Los cantos poseen musicalidad y ritmo. De ahí que sean excelentes transmisores de información, y sobre todo del tipo de información que es esencial para un pueblo o una cultura: sus fundación, sus orígenes, sus antecedentes, su pasado mítico y divino, sus héroes y hazañas.

Canta, oh musa, a Hermes, 
al hijo de Zeus y de Maya, 
que impera en Cilene y en Arcadia, muy rica en ovejas, 
y es nuncio utilísimo de los inmortales.

Inicio del himno homérico a Hermes, ejemplo de poesía ritual

Esta es la manera en que se han construido obras poéticas inmensas, que en muchos casos se crean alrededor de varios siglos y un puñado de generaciones. Estamos en la época de las epopeyas. Los rapsodas se encargan de recibir la herencia de un poema largo, el cual recitarán yendo de un lugar a otro, y aportándole al mismo tiempo su propios toques, dando como resultado uno de los géneros de la poesía más importantes de la humanidad: la épica. En este otro post se profundiza más entorno a las epopeyas.

Las lágrimas corren por la cara de Gilgamesh
(al tiempo que dice):
-"(Voy a recorrer) un camino 
por el que nunca he andado.
(Voy a emprender un viaje)
desconocido para mí.
[...] Debiera estar contento,
con el corazón gozoso [...].
(Si triunfo te haré sentar en) un trono."

Versos de El poema de Gilgamesh, versión de Federico Lara Peinado, ejemplo de poesía épica.
Interpretación moderna del poema de Gilgamesh

Uno de los textos más antiguos que se conocen es un poema y una épica: la epopeya de Gilgamesh, que data de hace unos 2200 años a. C. No todas las civilizaciones poseen epopeyas o poesía épica, pero cuando no es así, sí poseen poesía mágica y ritual, por lo que se puede resumir que estos son los dos géneros más viejos de la humanidad: la poesía épica y la poesía mágica/ritual.

cuántos géneros de poesía existen
El nacimiento de la escritura está ligada al nacimiento de la poesía

En Grecia, una vez que las epopeyas empiezan a perder impacto e influencia, debido a profundas transformaciones sociales, comienza a surgir un tipo de poesía distinto, más enfocado a las emociones, las experiencias personales, la intimidad y la inmediatez. Ya no son obras inmensas, y los rapsodas, que en su mayoría eran anónimos, ceden paso a poetas con nombre: Safo, Alceo, Anacreonte. Nace lo que conocemos como poesía lírica, la cual podemos decir que no ha perdido vigencia desde su nacimiento.

Igual parece a los eternos Dioses.
Quien logra verse frente a Ti sentado:
¡Feliz si Goza tu Palabra Suave,
Suave tu risa!
A mí en el pecho el Corazón se oprime.
Sólo en mirarte: ni la voz acierta
De mi garganta a prorrumpir; y rota
Calla la lengua

Inicio de un famoso poema de Safo, el nacimiento de la poesía lírica
La lírica griega nació para ser interpretada con música de cítara

A la par, en otros lados del mundo se están desarrollando poesías propias: en China, en Persia, en Egipto, en el valle del Indostán, en el norte de Europa, en los valles Caucásicos, si bien para este punto, casi todas las tradiciones poéticas se encargan de transmitir poesía de valor social: rituales mágicos, registros históricos, saberes populares, fábulas, adivinanzas, mitos, himnos, epopeyas.

Cerca de Grecia, el imperio romano, fascinado por la sofisticación de la cultura griega, decide adoptar varias formas griegas y crear sus propias epopeyas, al tiempo de refinar y perfeccionar varios géneros más: la poesía epigramática, didáctica, bucólica y satírica.

Brevedades
     Vélox, criticas
     mis epigramas. Te parecen largos.
     Los tuyos son brevísimos:
     no escribes nada.

Poema de Cayo Valerio Marcial, versión de José Emilio Pacheco, ejemplo de poesía epigramática

Con la decadencia de Roma, otros imperios adquieren poder y conquistan territorios. Les germanos, por ejemplo, van sembrando costumbres y palabras por todo el norte de Europa. El latín se va enriqueciendo de estas lenguas. Nacen los primeros reinos medievales, y con ellos, los reyes, que deben gobernar sobre los territorios fragmentados que ha dejado la destrucción y el desmoronamiento de Roma.

Toda la Edad Media se construye bajo un régimen social en el que el rey dispone de los territorios y sus habitantes. Al lado del culto a Dios, surge otra figura de adoración. El rey es el nuevo emperador. Los vasallos más valientes sofistican su adoración y se convierten en caballeros: es la época de la caballería. Las gestas de los caballeros son las nuevas epopeyas, bajo la forma de los cantares de gesta. El pueblo, que no es letrado, se encarga de recibir y transmitir las hazañas de los reyes y sus caballeros a través de la oralidad, y algunos de ellos profesionalizan la oralidad dando paso a la creación del juglar, el poeta que difunde con sus recitaciones y representaciones públicas la poesía caballeresca.

El Campeador     adeliñó a su posada
así commo llegó a la puorta,     fallóla bien çerrada,
por miedo del rey Alfons,     que assí lo pararan:
que si no la quebrantás,     que non gela abriessen por nada.
Los de mio Cid     a altas vozes llaman,
los de dentro     non les querién tornar palabra.
Aguijó mio Çid,     a la puerta se llegaua,
sacó el pie del estribera,     una ferídal’ dava;
non se abre la puerta,     ca bien era çerrada.
Una niña de nuef años     a ojo se parava:
«¡Ya Campeador,     en buena çinxiestes espada!
El rey lo ha vedado,     anoch dél entró su carta,
con grant recabdo     e fuertemientre seellada.
Non vos osariemos     abrir nin coger por nada;
si non, perderiemos     los averes e las casas,
e aun demás     los ojos de las caras.
Çid, en el nuestro mal     vos non ganades nada;
mas el Criador vos vala     con todas sus vertudes santas.»

El famoso pasaje en que la niña de nueve años recibe al Cid Campeador, ejemplo de un cantar de gesta

Aunque los que conocemos como cantares de gesta suelen ser tres, Roldán, Mío Cid y Nibelungos (sin dejar de mencionar el Beowulf), en diversas partes de Europa existen tradiciones que comparten la misma estructura, por ejemplo, las sagas irlandesas, las eddas nórdicas, y el llamado ciclo Artúrico.

En tanto que los juglares se encargan de dotar de vida y circulación a la poesía épica, en algunas cortes, el bardo se refina y dedica su arte a la adoración de una bella dama y un amor de tipo platónico: la reina. Cobra fuerza toda una cultura del amor cortés, antecediendo y alimentando de arquetipos que aún laten en la poesía moderna amorosa y romántica.

A l'alena del vent doussa
Que Dieus nos tramet, no sai d'on,
Ai lo cor de joy sazion
Contra la doussor del frescum
Quant li prat son vermelh e groc.

In the breath of the gentle breeze
that god sends us, I don't know whence,
my heart is ravished with joy,
faced with the sweet freshness,
when the meadows are yellow and vermilion.

Fragmento de un poema de Marcabru, trovador provenzal, ejemplo de poesía cortesana
Recitación moderna de un poema medieval

Pero los europeos no son los únicos que le cantan al amor. Los árabes musulmanes, que han ido ganando terrenos y fuerza por toda Europa a lo largo de la Edad Media, desarrollan también una riquísima poesía de corte amoroso, agregando antes algo que la poesía cortesana había resguardado solo en alusiones y referencias: el erotismo. La poesía erótica alcanza con los árabes una nueva dimensión.

Para los árabes, la caligrafía y la poesía son elementos asociados

Por otra parte, una de las formas líricas más gustadas por la tradición mozárabe, las jarchas es de vital importancia para la poesía en lengua española, pues en algunos versitos de las jarchas, el poeta árabe empieza a hacer uso de la lengua popular, dejando los primeros vestigios de nuestro antiguo español, el español en su forma más primitiva, pero ya diferente plenamente del latín.

Decid vosotras, oh hermanillas,
¿cómo refrenaré mi pesar?
Sin el amado yo no viviré,
y volaré a buscarlo.

Fragmento de una jarcha de Yehuda Halevi, ejemplo de poesía erótica-amorosa

Durante la edad media europea, al sur de Asia va sucediendo otro evento de suma trascendencia. Mientras que el hinduismo continúa enriqueciendo su poesía con el género lírico, didáctico, satírico y amoroso, una nueva tradición filosófico-religiosa cobra un auge cada vez más grande: el budismo.

El budismo deja el sur de la India y se expande por todo el sudeste asiático, llegando a China (en donde impacta al taoísmo), y de China se exporta a Japón, diversificándose bajo el título de budismo zen. Los monjes, aunque por principios religiosos y filosóficos descrean de la palabra escrita, no pueden dejar de sentirse seducidos por la musicalidad de la misma, y forjan toda la cultura de poesía zen, de la cual el tanka y el renga serán sus exponentes más reconocidos durante este periodo.

“El que habla no es sabio, sabio es el que calla”
me fue enseñado por el viejo maestro.
Pero si me dices que el viejo maestro era un sabio
me pregunto
¿por qué escribió cinco mil palabras para probarlo?

En versión de Alí Calderón, ejemplo de poesía zen

Volviendo a Europa, en los límites de la edad media, el bardo de la corte sigue perfeccionando su arte. Sin embargo, eso no quita que el pueblo iletrado tenga su propia poesía. En múltiples lugares de Europa se cultiva poesía popular, sencilla pero cautivadora. Un ejemplo de ellos son los romances españoles, cuya fascinación impacta incluso a los hombres letrados, quienes comienzan a recoger, y a componer en algunos casos, estas cancioncillas pegadizas y fáciles de recordar en recopilaciones que se llamarán romanceros o cancioneros.

¡Quién hubiese tal ventura
sobre las aguas del mar,
como hubo el conde Arnaldos
la mañana de San Juan!
Con un falcón en la mano
la caza iba a cazar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar.
Las velas traía de seda,
la jarcia de un cendal,
marinero que la manda
diciendo viene un cantar
que la mar ponía en calma,
los vientos hace amainar,
los peces que andan nel hondo
arriba los hace andar,
las aves que andan volando
nel mástil la faz posar.
 
—Galera, la mi galera,
Dios te me guarde de mal,
De los peligros del mundo
sobre aguas de la mar,
de las fustas de los moros,
que andaban a saltear—.
Allí habló el conde Arnaldos,
bien oiréis lo que dirá:
—Por Dios te ruego, marinero,
dígasme ora ese cantar.—
Respondióle el marinero,
tal respuesta le fue a dar:
—Yo no digo esta canción
sino a quien conmigo va.

Uno de los romances más hermosos, ejemplo de poesía popular
cuántos géneros de poesía existen
Forma clásica de un cancionero medieval

Herederos de la poesía cortesana (que se extinguió una vez que los cátaros fueron acusados de herejía), los poetas de las cortes italianas adoptan y ennoblecen la lengua vulgar, a la par que crean una de las estructuras más importantes de la historia de la poesía occidental: el soneto.

Las flores van contigo, y la verdura
y cuanto luce o es de amable ver;
más que el sol resplandece tu figura;
quien no te vio, nada podrá valer.

No existe en este mundo creatura
de tan clara beldad como placer;
y al que en Amor no fía, le conjura
tu hermoso rostro a dueño tal querer.

Primeras dos estrofas de un soneto de Guido Calvacanti, poeta del dolce still novo, en versión de Juan Ramón Masoliver

A la poesía de esta generación de italianos se les conocerá como dolce still novo, de los cuales uno adquirirá notoriedad por el resto de los siglos: Dante Alighieri, quien hará de su mayor obra, La divina comedia, todo un universo donde confluyen los géneros más trascendentes de la poesía occidental de hasta ese momento: la poesía épica, lírica, bucólica, cortesana, sacra, pagana, caballeresca, didáctica, y el propio dolce still novo. Sin dejar de anunciar, a la vez, el fin de la edad media y el advenimiento del Renacimiento.

Es por mí que se va a la ciudad del llanto,
 es por mí que se va al dolor eterno 
y al lugar donde sufre la raza condenada, 
yo fui creado por el poder divino, 
la suprema sabiduría y el primer amor, 
y no hubo nada que existiera antes que yo, 
abandona la esperanza si entras aquí.

Entrada al Infierno, de Dante Alighieri

Los eruditos renacentistas acusan a la edad media de oscura y optan por volver a la antigüedad clásica griega y romana. Durante esta época la imprenta de Gutenberg democratiza, por así decirlo, la lectura. De forma que la literatura, y la poesía, abandonan las cortes, los monasterios, las abadías, las capillas y las plazas públicas en cuyo centro baila el juglar, para pasar a los lugares domésticos.

De estas dos invenciones, el Renacimiento y la imprenta, se verá enormemente beneficiada la Inglaterra de la reina Isabel I (lo que se conoce como época isabelina), y surgirá ahí el gran bardo de la época moderna: William Shakespeare.

Desde el siglo XVI, Las grandes coronas europeas se expanden por el mundo: África, Asia, Oceanía, América. El descubrimiento y conquista de ésta última favorece grandemente a la corona española. España se convierte en un reino de riquezas, abundancia, poder político e influencia internacional. El arte refleja y se nutre de estas riquezas y muestra opulencia, grandiosidad, majestuosidad, en un movimiento que se denominará barroco.

La poesía sigue un mismo camino que el arte barroco. Es un siglo de oro para España y para sus letras. Miguel de Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Luis de Góngora y Francisco Quevedo, llevan a la poesía en lengua española a su mayor época de gloria y de esplendor. Es un siglo plagado de una genialidad que la lengua española no volverá a ver.

¡Ah de la vida!”… ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde.

¡Que sin poder saber cómo ni a dónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.

Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue, y un será, y un es cansado.

En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.

Sonero de Quevedo, poeta del Siglo de Oro

Surgen dos corrientes, el culteranismo (creado por Góngora), que le otorga la mayor carga expresiva de la poesía a la intensificación del lenguaje, y el conceptismo (creado por Quevedo) que cree que la efectividad de la poesía no radica tanto en el lenguaje por sí mismo sino en el «concepto», en la la «agudeza» que manifieste.

Si bien Góngora, Quevedo, Lope, Cervantes, eran hombres educados, «de mundo», parte de la gran poesía del siglo de oro se escribió todavía en el fondo de las iglesias. Estos poetas monjes creen que la poesía es la manera más legítima de entrar en contacto con Dios. Se valen de un lenguaje que pretende evidenciar esa experiencia misteriosa que es el contacto con Dios. La poesía mística ya la habían desarrollado culturas como la hinduista y la musulmana, pero es en el siglo de oro que entra brillantemente en la lengua española.

Y todos cuantos vagan
de ti me van mil gracias refiriendo
y todos más me llagan
y déjame muriendo
un no sé qué que quedan balbuciendo.

Lira del cántico espiritual, de San Juan de la Cruz, ejemplo de poesía mística

Finales del siglo XVII y todo el siglo XVIII en Europa es el tiempo de la prosa. Sin en cambio, en Oriente, en Japón, un monje budista zen, Matsuo Bashō, decide independizar los tres últimos versos de un tanka, y darles vida autónoma, bajo el nombre de haiku, siendo quizá la forma poética oriental que más influencia e impacto ha sostenido en Occidente.

Flores de cerezo en el cielo oscuro
entre ellas
la melancolía florece.

Haiku del maestro Bashō

Ya en el siglo XIX, un poco cansados los poetas del impulso científico y político que ostentó la prosa en el siglo anterior, la poesía regresa y se aferra a los ideales, a los sentimientos, a las pasiones amorosas y trágicas, a lo misterioso, a lo espiritual, a la naturaleza, a las hazañas, a lo heroico. Ahora, es la poesía romanticista la que invade Europa, principalmente en Alemania (Goethe, Schiller, Hölderlin), Inglaterra (Wordworth, Byron, Coleridge, Keats) y Francia (Víctor Hugo, Nerval).

Cansado estás y frío, oh extranjero, y no pareces
adaptado a este cielo. Vientos más calientes
soplan que en tu patria, y más libre
en otro tiempo se alzaba el pecho joven.

¿No expandía la vida allí su colorido
por el campo sereno y la eterna primavera?
¿No tendía allí la paz sus densos hilos?
¿No florecía allí eternamente lo que una vez brotó?

Oh, buscas en vano. Se ha hundido
aquella tierra celestial. Ningún mortal
conoce ya el sendero inaccesible
que el mar ha sumergido para siempre.

Fragmento de un poema de Novalis, ejemplo de poesía romanticista

Como respuesta, la prosa pare monstruos de la novela y el cuento realistas de la talla de Dickens, Tolstói, Dostoievsky, Flaubert, Zola, Balzac, Maupassant o Chéjov. Empero, la respuesta al romanticismo, en materia de poesía, sucedería con dos movimientos franceses de finales del siglo XIX: el parnasianismo (que buscó una vuelta a la tradición grecolatina), y en especial, el simbolismo.

El simbolismo privilegia el uso de la metáfora y el símbolo como medios de expresión poética. Por ejemplo, Charles Baudelaire hace del albatros un símbolo del poeta en sí.

Por distraerse, a veces, suelen los marineros
Dar caza a los albatros, grandes aves del mar,
Que siguen, indolentes compañeros de viaje,
Al navío surcando los amargos abismos.

Apenas los arrojan sobre las tablas húmedas,
Estos reyes celestes, torpes y avergonzados,
Dejan penosamente arrastrando las alas,
Sus grandes alas blancas semejantes a remos.

Este alado viajero, ¡qué inútil y qué débil!
Él, otrora tan bello, ¡qué feo y qué grotesco!
¡Éste quema su pico, sádico, con la pipa,
Aquél, mima cojeando al planeador inválido!

El Poeta es igual a este señor del nublo,
Que habita la tormenta y ríe del ballestero.
Exiliado en la tierra, sufriendo el griterío,
Sus alas de gigante le impiden caminar.

"El albatros", de Baudelaire, poesía simbolista

Del simbolismo nacen nombres gigantes, y sin los cuales no se entiende la poesía contemporánea: Baudelaire, Rimbaud, Verlaine, Mallarmé. También nace, principalmente alrededor de la leyenda de los primeros tres, la figura del poeta como un marginado, incomprendido, solitario, bohemio, alcohólico, depresivo y enfermo.

A la par, comienza a tomar existencia un género que adquirió bastante popularidad en el siglo XX: el poema en prosa. Por primera vez, en Occidente (porque los árabes y los indios desarrollaron mucho antes una idea de la poesía en prosa), el poema deja de escribirse dentro de las fronteras de un verso y de adapta a las bondades de los párrafos.

-Lindo perro mío, buen perro, chucho querido, acércate y ven a respirar un excelente perfume, comprado en la mejor perfumería de la ciudad.
Y el perro, meneando la cola, signo, según creo, que en esos mezquinos seres corresponde a la risa y a la sonrisa, se acerca y pone curioso la húmeda nariz en el frasco destapado; luego, echándose atrás con súbito temor, me ladra, como si me reconviniera.
-¡Ah miserable can! Si te hubiera ofrecido un montón de excrementos los hubieras husmeado con delicia, devorándolos tal vez. Así tú, indigno compañero de mi triste vida, te pareces al público, a quien nunca se ha de ofrecer perfumes delicados que le exasperen, sino basura cuidadosamente elegida.

Un poema en prosa de Baudelaire, el inicio del subgénero

Fines del siglo XIX es también relevante para la América de lengua española. Por un lado, la poesía gauchesca, que habla entorno al estilo de vida y el ideal del gaucho sudamericano, produce una obra de carácter nacional: Martín Fierro.

Aquí me pongo a cantar
al compás de la vigüela,
que el hombre que lo desvela
una pena estraordinaria,
como la ave solitaria
con el cantar se consuela.

Inicio del Martín Fierro, ejemplo de poesía gauchesca
Versión cantada de Martin Fierro, poesía de payador

También es la época del primer movimiento latinoamericano que cimbró a la literatura occidental: el modernismo. La poesía modernista tuvo como objetivo renovar las formas tradicionales, experimentar, por ejemplo componiendo sonetos con versos de catorce sílabas, o de menos de ocho sílabas, cuando la tradición afianzó el uso de las once sílabas por verso, o difundir el uso del verso blanco (versos que conservan una medida silábica estricta, aunque sin rimas), el antecesor del verso libre.

La princesa está triste… ¿qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso olvidada se desmaya una flor.

Fragmento inicial de "Sonatina", de Rubén Darío, ejemplo de poesía modernista

El principal modernista, Rubén Darío, llegó a ver y a responder a un tratado agresivo escrito por un joven poeta italiano, el cual glorificaba una poesía distinta, irreverente, crítica, sarcástica, autodestructiva e impulsada hacia el futuro. Con el futurismo, nacen las poesías de vanguardia, movimientos en su mayoría efímeros que van a la contra de todos los dogmas cultivados y repetidos por siglos y siglos de poesía tradicional. Y una de sus mayores herramientas, el verso libre, trascendería a las mismas vanguardias y se quedaría como la estructura lírica privilegiada de los tiempos modernos.

Las principales vanguardias que afectaron a la poesía fueron: el futurismo, el cubismo, el dadaísmo y el surrealismo. Pero la poesía de vanguardia no fue exclusiva de Europa. Aquí en América tuvo numerosísimas variedades, de las cuales las más famosas podrían ser el ultraísmo, de Borges, y el creacionismo, de Huidobro.

Cuando me dijeron que te habías marchado
Adonde no se vuelve
Lo primero que lamenté fue no haberte abrazado más veces
Muchas más
Muchas más veces muchas más
La muerte te llevó y me dejó
Tan solo
Tan solo
Tan muerto yo también

Fragmento de un poema de Marinetti, ejemplo de poesía futurista


La enfermedad es un estado,
la salud no es sino otro,
más desagraciado,
quiero decir más cobarde y más mezquino.
     No hay enfermo que no se haya agigantado, no hay sano que un buen día
no haya caído en la traición, por no haber querido estar enfermo,
como algunos médicos que soporté.

     He estado enfermo toda mi vida y no pido más que continuar estándolo,
pues los estados de privación de la vida me han dado siempre mejores indicios
sobre la plétora de mi poder que las creencias pequeño burguesas de que:
     BASTA LA SALUD

     Pues mi ser es bello pero espantoso. Y sólo es bello porque es espantoso.
     Espantoso, espanto, formado de espantoso.

     Curar una enfermedad es criminal

Fragmento de un poema de Artaud, versión de Aldo Pellegrini, ejemplo de poesía surrealista
cuántos géneros de poesía existen
Poema de Hugo Ball, poesía fonética
cuántos géneros de poesía existen
Un poema visual
cuántos géneros de poesía existen
Otro subgénero: el caligrama

Posiblemente a partir de la década de los veinte, ya se torna imposible seguir la pista de los subgéneros, las corrientes, los movimientos, las escuelas, las vanguardias, las tendencias que inundan los libros y las revistas de poesía del mundo.

Bienaventurados 
Los poetas 
Pobres 
Porque 
De ellos 
Será 
El reino 
De los 
Suelos. 

Poemínimo de Efraín Huerta

Así, hay poesía que se desprende de fenómenos sociales (las guerras, la discriminación, el racismo, las dictaduras militares, la desigualdad de género, la pobreza); poesía entorno a generaciones de poetas (generación del 27, Contemporáneos, Beat Generation); poesía alrededor de revistas (Orígenes, Lenguage), de movimientos (imaginismo, concretismo, letrismo, minimalismo), de experimentaciones (poesía fonética, novela en verso, fotopoema) o de lo multidisciplinario (polipoesía, poesía visual).

Por las orillas del río
se está la noche mojando
y en los pechos de Lolita
se mueren de amor los ramos.

Se mueren de amor los ramos.

La noche canta desnuda
sobre los puentes de marzo.
Lolita lava su cuerpo
con agua salobre y nardos.

Se mueren de amor los ramos.

Poesía de García Lorca, un poeta de la Generación del 27


Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas,
arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo

Inicio de "Aullido", de Ginsberg, ejemplo de poesía beat

Además, la pluralidad de voces del siglo XX no deja de captar singularidades, poetas que sin adherirse a un tipo de poesía, logran sobresalir e imponer estilos. El premio Nobel de literatura suele premiar a poetas cuya obra, por razón de su calidad, no es encasillable bajo ningún género: Paz, Seferis, Transtormer, Seifert, Tagore, Mistral, Yeats, Eliot, Montale, Milosz, etcétera, etcétera.

Abril es el mes más cruel: engendra
lilas de la tierra muerta, mezcla
recuerdos y anhelos, despierta
inertes raíces con lluvias primaverales.
El invierno nos mantuvo cálidos, cubriendo
la tierra con nieve olvidadiza, nutriendo
una pequeña vida con tubérculos secos.
Nos sorprendió el verano, precipitóse sobre el Starnbergersee
con un chubasco, nos detuvimos bajo los pórticos,
y luego, bajo el sol, seguimos dentro de Hofgarten,
y tomamos café y charlamos durante una hora.

La tierra baldía, uno de los principales poemas del s. XX

Tal vez la figura del juglar se conserve en los modernos cantautores

Finalmente, la apertura sin frenos de los nuevos medios de comunicación ha tocado al hacer de la poesía, con nuevas manifestaciones que aún deben pasar la prueba de la permanencia histórica, y de la pertinencia de la calidad. El tiempo no sabe de modas:

Otra forma de hacer poesía: el slam

Como se ve, es realmente difícil esquematizar la cantidad y los tipos de géneros de la poesía que existen o alguna vez existieron. La poesía cambia y responde a las propias transformaciones sociales. Por ejemplo, en esta época, la poesía épica no tiene el valor cultural que sostuvo durante siglos, y el héroe moderno es el héroe de la cultura de masas. Ante una sociedad cada vez más inclasificable, no es raro que nuestra poesía sea cada vez más indescriptible.

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